*Con casi 20 años de carrera, Rodolfo Armenta Ramírez es parte de la nueva camada de artistas poblanos que se abren paso a golpes de creaciones artísticas
Antonio Zamora
Puebla, Pue.- A Rodolfo no le gusta que lo grabe la cámara, pero sueña con que sus obras sean vistas por miles, por eso cada que platica de su repertorio artístico le brilla la mirada mientras gesticula con las manos, esas manos creativas.
Rodolfo Armenta Ramírez es un poblano de 36 años de edad que conoció el arte a través del grafiti que veía en las paredes de su secundaria, esos murales que lo atraparon y lo llevaron a entender que las habilidades artísticas se descubren.
“Me empecé a involucrar en el arte plástico en la secundaria cuando conocí el grafiti, me llamaba la atención cuando hacían los murales y me metí de lleno. Después al salir de la preparatoria comencé a estudiar en el Instituto de Artes Visuales la carrera de ingeniería gráfica”.
Entre más se inmiscuía más expresiones le llamaban la atención por lo que tras un semestre fallido en Ingeniería Gráfica se dio cuenta que el Arte Plástico era en donde se quería desarrollar y ahí fue donde realmente empezó su carrera.
“Vi a los alumnos que ya pintaban en óleo, en lápiz e incluso hacían esculturas. Ahí fue cuando me metí de lleno al arte y empecé a practicar técnicas como dibujo, pintura al óleo, acrílico, conocí el grabado, la escultura, me seguí preparando para aprender a trabajar la resina, los vaciados, el silicón, también me acerqué a la aerografía que es un pincel de aire a base de un compresor y retomé el muralismo, aunque ya no tanto en el grafiti, me concentré en el arte figurativo”.
En el ámbito artístico de Puebla su mote es el de ‘Fiebre’ y tras casi 20 años de carrera, sus creaciones desde muralismo hasta arte plástico han trascendido en la capital y más allá de Puebla, con exposiciones colectivas, aunque la más destacada fue el programa Puebla Ciudad Mural donde intervino paredes del barrio de Xanenetla, uno de los más antiguos de la ciudad.
“Conforme iba conociendo a más colegas y más expresiones, más cosas quería hacer como instalaciones y fotografía. Conforme más creaciones tenía más exposiciones me abrían las puertas, mis obras han estado en otros estados aunque la más destacada ha sido el proyecto Ciudad Mural en el que un grupo de artistas locales intervenimos paredes del barrio de Xanenetla que estaban en el olvido y pintamos murales con historias de la gente, de sus tradiciones, porque es el barrio más antiguo de la ciudad y tiene muchas cosas que contar”.
Fiebre es la nueva camada de artistas poblanos que buscan irrumpir en el medio, en una ciudad que para donde hagas la mirada hay arte, sobre todo en su centro histórico donde el barroco se puede ver en la arquitectura de edificios y casas, pero también en espacios públicos donde cada vez hay más expresiones artísticas.
“Hay mucha sangre nueva en Puebla, somos muchos los que estamos haciendo algo en la ciudad, en los últimos años Puebla ha sido semillero de artistas que ya son internacionalmente conocidos (…) hace falta voltear más a ver al talento nuevo y sobre todo porque por donde veas en Puebla hay arte, sobre todo en el Centro Histórico, las iglesias, la arquitectura, músicos en las esquinas, los museos, las exposiciones, Puebla es arte”.
